La IA, más que importante, será determinante. Para analizar grandes volúmenes de datos y además perseguir la calidad de esos datos, para personalizar los productos desde lo que necesitan los clientes hasta el verdadero ajuste del precio, incluso cambiando comportamientos. Porque a medio plazo, para sobrevivir en este mundo, habrá que manejar la IA en casi cualquier tipo de empresa. Ya es una realidad en la mediación, no es el futuro. Pero, para todo, parece necesaria la colaboración, que los mediadores se unan ante un avance que se ha convertido en algo estratégico. Y, además, sin miedo.