Hoy la tecnología es más que una necesidad para la vida personal y, por asimilación, para el desarrollo de las empresas. Su salto, por capacidad y velocidad, es ya indiscutible y su discusión está fuera de juego. Todavía hay mentes que ponen en duda su viabilidad y la contraponen con los valores históricos de los corredores, tales como la cercanía al cliente. Una situación que según las voces cualificadas no está tampoco en duda. Expertos de varios ámbitos muestran en el último número de Mercado Previsor las tendencias más arraigadas para 2025 de la tecnología, especialmente para los mediadores de seguros: por encima de todas, hay una.