Hace no mucho, uno de los temas 'virales' del momento fue el caso de una pequeña peluquería valenciana que, tras haber publicado una cliente un vídeo donde expresaba su malestar al haber recibido un servicio inadecuado, fue duramente criticada en las redes sociales. Afortunadamente, si bien el comercio tuvo que sufrir una cierta crisis de reputación, la situación no trascendió más allá de una queja en Internet. Sin embargo, la peluquería a su vez se estaba enfrentando, quizá sin saberlo, a una realidad en el día a día de cualquier pyme: el riesgo de sufrir una reclamación, con todas las consecuencias económicas que derivan de ella.
De hecho, no es raro escuchar incidentes como este, que terminan en reclamaciones que impactan sobre la economía de la empresa. Lo cierto es que existen multitud de casos de centros de belleza o bienestar que reciben reclamaciones de clientes por pérdida de cabello, quemaduras en la piel, erupciones alérgicas por un producto utilizado en definitiva, por errores o negligencias en el ejercicio de su actividad. En otras palabras, estas empresas se ven expuestas al riesgo de forma cotidiana ya no solo por el estrecho contacto con los clientes o por la necesaria protección de sus equipos de trabajo, sino por los gastos que conlleva una reclamación o sanción, los cuales pueden colocar a la cuenta de resultados en una posición vulnerable.
Sin embargo, algo que un mediador de seguros experto debe conocer bien es que este es tan solo un ejemplo de un sector concreto, ya que el riesgo, realmente, no conoce de industrias. Esta es la razón de ser de los seguros de RC Profesional para actividades específicas, hechos a medida de las necesidades y circunstancias de cada una, sea relacionada con la belleza o con las TIC. De hecho y persiguiendo este objetivo, el seguro de RC Profesional de Hiscox ofrece cobertura adaptada y específica a más de 200 ocupaciones de multitud de sectores diferentes.
No obstante, según el Informe de Pymes y Autónomos de Hiscox, solo el 37,3% de las pymes y autónomos españoles cuentan con uno de estos seguros. Y, si bien la tendencia de contratación es al alza, se evidencia que aún existe una falta de implementación de este tipo de seguros en todos los sectores. Mientras profesionales como los médicos o los arquitectos están concienciados de la necesidad de esta cobertura, los de otras áreas parecen estar más ajenos a esta realidad, a pesar de que el riesgo no conoce de industrias y puede dañar gravemente la situación económica y reputacional de la empresa.
En este sentido y no en vano, el mismo informe revela que el 39% de las pymes no podrían hacer frente a una recesión, así como el 58% de las pymes del sector del comercio, como lo es la protagonista del inicio del artículo. Estos datos implican que las pymes son las grandes afectadas por las dificultades económicas y revelan la verdadera magnitud de tener que afrontar dichos gastos mientras impulsan su crecimiento. Así, a tenor de todo lo anterior, se desprende otra certeza y es la necesidad de impulsar la cultura de contratación de estos seguros especializados entre la pequeña y mediana empresa, como inversión para su protección y garantía de la continuidad de su negocio y, por tanto, de su éxito.
El texto completo de la sección Rincón del Mediador Experto está disponible en el nº de marzo de Mercado Previsor.
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